Parroquia de nuestra señora de la Barraca de Aguas Vivas
Historia de la Parroquia
La parroquia fue oficialmente creada el 29 de diciembre de 1953 por el arzobispo de Valencia, Marcelino Olaechea y Loizaga. No obstante, el edificio data de mucho antes, pues fue construido gracias a la generosidad de José Dolz, un vecino de Alzira, y bendecido el 7 de enero de 1873. La inauguración fue una gran celebración en Carcaixent, con música, fuegos artificiales y la participación de la comunidad local.
Templo de
Aguas Vivas
Inicialmente, la Iglesia fue atendida por el clero de Carcaixent hasta 1899, cuando se creó una capellanía propia. En ella destacan tres altares: el mayor, dedicado a la Virgen de Aguas Vivas; otro a la Purísima; y uno al Cristo de la Buena Muerte, obra del artista local Juan Martínez Ferrer. A finales del siglo XIX se realizaron reformas importantes, se comenzaron a administrar todos los Sacramentos, y se instauraron las celebraciones de Cuaresma, Semana Santa y Corpus Christi.
Las campanas de la torre, llamadas Matilde de S. José y María de los Dolores, fueron bendecidas en 1901, cuando también se inauguró la pila bautismal y se dio mayor impulso a la vida religiosa de la parroquia. Desde entonces, el templo se ha convertido en un refugio espiritual que inspira paz y reflexión, invitando a fieles y visitantes a apreciar tanto la sencillez de su arquitectura como la belleza de su entorno.